Se le antoja a la mente
pensar de repente,
el deseo de besar
la boca silente
Manos que versan caricias
súplicas de muerte,
cuerpo que implora
pernoctar el verbo adyacente
La piel se estremece
el implacable temor aparece,
y el miedo invade
empezando por las sienes
Los labios enmudecen
seca la boca se muerde,
se dispara el pensamiento
empezando a morir lento
Divagando el momento
el Tic Tac se ralentiza,
mientras entra el desespero
se paran los tiempos
Llegará el momento
temblando solo pensarlo,
si se mirarán a los ojos
si se cogerán las manos
Tornarán las mejillas
uniéndose abrazados,
silencio...se besarán
es lo soñado
Se piensan nostálgicos
se buscan ansiando,
se sienten con la esperanza
se esperan alimentan las ganas
La duda existente
expresa en un folio blanco,
contra viento y marea emborrona
temiendo el salto
A la noche le pide la mano,
mira la luna esperando,
titubea con gesto preocupado,
el corazón se encoge apretado
Se le antoja a la mente
pensar de repente,
indecisión o dicha,
ambas...sabrá que duelen.
Yayone Guereta.