Hasta que las estaciones anuncien su llegada
y el mirlo enmudezca ya sin celebrar la mañana,
dando paso a una nueva era
donde la semillas darán sus brotes.
Desplegando su cálido aroma sobre la campiña verdeada
avivando sus colores esmeralda
y el sol salpique con sus rayos arrojándoles vida.
Hasta que las cicatrices desaparezcan de la piel
y el último suspiro se pierda en la palabra quebrada,
la que dirá y hablará por si sola cuando sanen las heridas
y la bestia de la ruina muera con el pasado de su espina.
Seguiré orando hasta que se consuma el milagro,
palpitará el latir sin tregua
hasta que los labios respiren el mismo aire,
siendo una misma piel consagrando sus almas.
dos seres buscándose
hasta que las estaciones anuncien su llegada.
Yayone Guereta.