No es el beso de la boca
lo que los labios desean.
No son las manos que acarician
lo que la piel anhela.
El verdadero amor
se mide de otras maneras,
aunque los seres en cuerpos
lo plasmen en gestos,
formas que demuestra nuestra naturaleza.
Amor glorioso que aún en lo más pequeño
te encuentras,
en la humildad de tus laderas
que traspasas fronteras
mueves montañas,
no entiendes de distancias
ni de razas,
desnudas el alma si te presentas.
Dotas con el mismo cielo para todos
cuando de amor se trata.
Amor que adoptas distintas apariencias
y vistes el mundo para que te sientan,
rendirse ante ti, a todo lo que entregas.
Yayone Guereta.