Sólo si eres alguien que aprecie los sentimientos y sus pensamientos, disfrutará de la escritura de ellos.
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28 de febrero de 2016

Se olvidó respirar.




Sus pasos dejan huella 
en la tierra que le acogió y abrió sus brazos,
-a la que se enraizó absorbiendo vida-.

Hoy sus pulmones se olvidan de respirar 
y desconoce su propia Psique que en desvarío olvida 
sin reconocer si quiera lo que es y fue.

En pequeñas corduras,
-echando un pulso al hilo que aún le une a la existencia- 
abraza ese soplo de aire,
donde eleva la mirada al infinito
viajando a los recuerdos que se adivinan en el rostro envejecido.

Y con gesto de redención asume,
dejando al descubierto lágrimas de melancolía
que resbalan y desembocan en el equilibrio del labio 
tragando con amargura -/consciente que termina el ciclo/-.

Se marchita el tiempo,
se esfuma lo evidente, -sin metas ni esperanzas-,
sólo quedan...
las palabras vencidas en el desfiladero.




Yayone Guereta.




Este escrito esta dedicado al abuelo de mis hijas
en sus últimos días de vida.
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Al día siguiente 29/02/2016 nos dejó.
D.E.P
Estarás por siempre en nuestro corazón abuelo.
Maite zaitut.

25 de febrero de 2016

Desde el párpado confuso.



Creí que podría discernir ese amor loco que portea el verano 
al sentir alcanzar las mismas devociones 
desde el primer día que se topó esa especie de simbiosis 
en los silencios de las noches calladas solitarias.

Más creí incluso 
en la conjunción de todas las estrellas y astros
confabulados a juntar dos destinos,

-siendo ambos tantas cosas y a la vez tan distintos- 

que nos miramos desde el párpado confuso.

Escribí con nombre un futuro impreciso
con el temblor en las manos y lo fértil que nace del alma 
en el beso de dos desconocidos.

Y con la potencia de una lágrima 
quisimos encontrar esa luz que nunca hubo 
asfixiados en nuestro propio oxígeno.


Nos negamos tanto y tantas veces, 
que nos consumió el fuego de los dioses,

tan sólo fue un peregrinaje guiado hacia el camino del olvido.



Yayone Guereta.



22 de febrero de 2016

Se ausentó su sol.



Retornas 
con la mirada pérdida
implorando un perdón injustificado,
el demonio posado sobre tus hombros
y una invitación hacia tus abismos - en carta blanca-

Y yo no tengo las pasiones olvidadas,
en el reverso de mis manos cicatrices - que hablan-
el corazón manda, 
un instante, un beso,
y tu lengua despiadada no es merecedora - es un invierno que acaba-

Conocí cuervos -salí de otros nidales-
ahora el mirlo blanco canta bajo su aurora de plata,
/ luz luminosa/
de lirios en flor y amapolas olorosas de piel cálida -belleza majestuosa-
con las que destruyen y ajustician -al volátil infectado de alma-

Retornas
como el ave herido en nostalgias
aferrándose a un sueño imposible -con un amor de novela barata-
en el envés de la oscura doble ala,
/la que oculta tras una zafia máscara/ se ausentó su sol.

Aquí, desnudo mis entretelas, -anunciando-
el preludio de una nueva primavera.



Yayone Guereta.



15 de febrero de 2016

Gotas de nostalgia.




Llueve,
las gotas se incrustan en la ventana.


-Tras ella, una mirada-



Perdiéndose en el infinito

pensando en todo y en nada,
la que pide un deseo
la que sueña ser soñada.


La imagen borrosa se desgasta,

menos el nombre, /ese/,
el queda grabado en un espacio del alma.


Al que en silencio ahogado llamo

poniéndolo en la boca, con letras desordenadas.


Y viene el susurro tibio,

susurro que brota del corazón desesperado.


                                        /Puede más el pulso/,

el latido golpea fuerte
si el nombre se posa en el labio.


Dibujo sobre el vaho de la ventana,

la que me recuerda al escribir,
que aunque las manos después lo borren
habita en mis entrañas.


Llueve,

-tu nombre- con mis dedos,
deletreo en la ventana.



Yayone Guereta.


10 de febrero de 2016

A cupido.



Cupido
de mil amores,
ciegas tus flechas en desorden
disparas como un loco.

Pones corazones rotos,
despistado andas,
acaso debiste beber un poco?

Se te nubla la vista,
juntas neutrones con protones
naranjas con limones
carnes con pescados
sin mirar sus condiciones.

No atinas!

Acaso no sabes que es estar enamorado?

Nadie te lanzo su flecha
que impactase en tu pecho,
sentir las mariposas que idioticen tu cerebro?

Mi querido Cupido,
tu no vives en este caos imperfecto,
ojalá que fuese así de fácil y perfecto.

Que la rosa del amor que disparas
no tuviese espina y ningún desperfecto,
que los "Para Siempre" fuesen eternos,
y que nadie muriese de amor...

cuando posas tus flechas por defecto.




Yayone Guereta.




5 de febrero de 2016

La agonía de un pecho vacío.





Yacen desnudas las manos, es el dolor que afligen 
en la vaga búsqueda del sentir,
/las que olvidan/ redimiéndose a una fatiga constante,
-sucumbir-.

Postradas ante deseos deshechos de mentiras disfrazadas en sueños 
por una ansiada pasión de lucha en su devenir.

- Habla la agonía desde un pecho vacío-

Rozan por un instante lo efímero de la felicidad 
aferrándose a una idiosincrasia que ahoga, /ese hambre de querer vivir/.

Y en el refuerzo se clavan trozos de recuerdos que contemplan un pasado lleno de vida, 
donde nunca se piensa la dura llegada del porvenir.

Hoy sienten el cansancio que en el camino esparcieron, 
y desde el alma arrastran la desazón, el hastío, 
de un mundo que no les corresponden sufrir.

Y en un arranque de ira y rabia se alzan hacia el cielo 
donde exclaman un grito invocador preguntando...

¿Quien da pan al que esta lleno de memoria 
y mutila la voz que en su deseo quiere ser oída?!

(Se ausentaron tantas veces, 
que nadie escucha ni responde sus plegarias)



Yayone Guereta.




4 de febrero de 2016

Acróstico I



Temblor en la piel, oscura presencia que invade tu ser en la esencia que destila


Engañando al cromosómico sentido que la imantación atrae


Mimetizan las sensaciones sintiendo pánico al forastero extraño


Oculta y vencida invoca al corazón el sacrilegio de desterrarlo

-
-
Redención en lágrimas desfalleciente, augurio de una muerte anunciada.


Yayone Guereta.


3 de febrero de 2016

Acróstico.



Derraman los pulsos al latir provocando las pieles


Extasiados embeben los amantes del cáliz


Sacudiendo el universo en cada embestida


Eterno instante del momento convertido en magia


Ósculo de amor nacido que sellan del sentimiento más bello.


Yayone Guereta.