Sólo si eres alguien que aprecie los sentimientos y sus pensamientos, disfrutará de la escritura de ellos.
Éste blogger permanecerá abierto para el disfrute del lector por petición solicitada de compañer@s blogueros, tendrá la actividad qué las musas así lo dispongan.

24 de agosto de 2016

Esa parte del corazón. ( Versión I Desamor )



Versé infinidad de veces adioses prolongados al amor
creyendo no ser oración ni credo para nadie 
-en todos sus designios-

y como si fuese único ese día 
-sabiéndome magia- 
soñé con un halo de esperanza,

llegar a pintar el lienzo con el trazo tibio del acercamiento,
que al roce de un movimiento de fortuna 
sería creación en unas manos

donde me entregaría sin la duda de un pasado 
olvidando la nostalgia que fui,

y a través de los ojos recogiese un sentimiento mutuo 
-lleno de confidencias-
guardándolas en el silencio de la mirada

e hicieseme beso, y suspiro,

adivinando el alma, la piel, y todo, 
en esa parte del corazón.

Soñé.

Pedro Calderón de la Barca, dijo...
y los sueños, sueños son.

Yayone Guereta.



Foto Propia.



10 de agosto de 2016

En esta ausencia.



En esta ausencia broto desde mi desnudez 
la mudez de los ecos en mi ánima
y  del último suspiro de reflexión nace la palabra,

fluye libre en estrofas claras fragmentadas

como el río que barrunta el desenlace ligero de sus caudales
hacia un mar abierto en el final de su etapa,
la péndola se desliza pidiendo paso para desbordarse en sentimiento puro y cristalino,

el que me envuelve en este momento de vida 
donde asumo lo que soy en libertad, sin perezas, 
con la voluntad de ser quien soy.

Retozaron en la calidez de mis vientos
y entregada con la misma inocencia de juventud desafié lo escrito
convencida que era pasión en estado vivo,

sin lapidar emociones,

siendo los instantes promovidos más que por el sentir, 
-fue insensibilidad -
una obsesión enfermiza que mi piélago abandonó.

Llegó el día de amarme,
quererme desde ésta lucidez templada,
desde el amanecer de la aurora que nace al alba 
hasta el abandono de la luna que mece en nanas,

donde aún amarro en el silencio de estos labios encorsetados... 
alguna nostalgia.

Mirad, pues mis ojos son reflejo de luz cálida, los que advierten una mirada.



Yayone Guereta.




Foto Propia.

2 de agosto de 2016

Algo legible.



Oteo una lluvia de versos que devoro con saña,
poemas que facilitan la fragilidad del alma,
contengo el aliento llevándolo hasta el extremo, 

hacia la cavidad de mis entrañas,

con el vigor de un ansia desmesurada,
entre mis táctiles embebo una copa de whisky seco
que en la boca me quema y en la garganta me abrasa,

recorre regando los adentros y a vivo fuego estalla,

calmando nostalgias, suspiros en la noche trémula
y en mis labios los deseos callan,
deseos escritos en hojas opacas 

en soledades desde unas sábanas mojadas

que quedarán tan sólo en eso, en añoranzas pulverizadas.

Termino de ojear los versos
como termino la amarga ambrosía que deja tal elixir de doble cara,
expectante en su principio
revelador de un anunciado final concluyendo las palabras.


(El deterioro de un día más sin poder crear algo legible...)


Yayone Guereta.





Foto Propia.