Sólo si eres alguien que aprecie los sentimientos y sus pensamientos, disfrutará de la escritura de ellos.
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27 de septiembre de 2016

Ecos opacos.



Voy a verter al mar las gotas de lágrima hiriente que caen por mis párpados 
y van filtrándose cuál cuchillos por mi cuero aguerrido,
para abandonar esta melancolía emulsionada en sollozos
con la que abato este rostro partido de sonrisas.

Pero una por una se diluyen entre las grietas penetrando su tristeza 
soliviantando aún más mi inquietud,

( los días de lluvia siempre afligen la valentía 
convirtiéndola en opacos ecos al amor)

invadiendo mi desnudez,
empedrando el alma,
amotinadas en rebelión para hacer allí de su morada mi patíbulo.


Más en las luchas de poder siempre hay vencedores y vencidos,
y ganáronme la batalla en la fragilidad del combatiente 
al mostrar el sentimiento servido en bandeja de plata,
sin otra arma con la que bregar.

Ríndome ante el azar de los días que traerán tanta pesadumbre 
de este otoño venidero que lastima,
y en su fatalidad sólo quedome rogar al rey astro,

/lléneme de luz/

concédame en caridad un vértice de calor a este corazón aterido,
y que el cobijo de esta existencia cubra con tacto esta carencia, 
con una suave caricia tierna, 
con un abrazo protegido, 
con el mismo cuidado, con el que se mima a un niño.


Yayone Guereta.



24 de septiembre de 2016

Rapaz.



Quién es el osado

codicioso y mezquino

que tanto poder tiene

para acaparar los instantes

marcados y restringidos

que dictamina los corazones.


Yayone Guereta.

20 de septiembre de 2016

Al amparo de la piel.



Apartada bajo un rostro sin primaveras 
y a la deriva entre emociones inhóspitas,
perpetúan las heridas que aún pesan en la memoria, 
así me hallo, -al amparo de mi piel-
pues suspiran las cicatrices aún abiertas del alma
que en su refugio de sanar, buscan exilio en la isla del olvido.

A veces no reconozco éste ser que tantas batallas libró,
estancada en el mismo punto de partida 
desde que el primer meteorito colisionó 
en esta envergadura de mujer
dejando una gran sima para los restos, 
protegida de un cielo anunciado sin lindes ni pasiones por cruzar.

El dolor se hace insoportable 
y la palabra rota asesina el grito libertario,
la aflicción en el pecho que cruje siente como la vida esposa,
vida que me arroja al cadalso masticando un adiós referido.

Éstos labios secos que exhalan los vientos de un norte 
no esperan ninguna boca a la que abonarse
donde sería suficiente ese adiós, 
tragando la poca fuerza que dejé en algún rincón de un limitado espacio oculto.

Los desgarros se ríen mientras sigo rebuscando
en esa parte que me hará soberana,
más la linea paralela que separa los desasosiegos
provoca al desarraigo 
que emocionalmente se queja de sentir algo muy suyo,
como si le perteneciera burlándose de si.

Despertaré el día que mi psique logre deshacerse de una partitura pasada,
-y si despertase-,
no me miréis con la tristeza que se observa un ave lastimada 
a la que fracturaron sus alas y quédese sesgada sin  horizonte,
sino a la Hembra que emergerá de un prolongado silencio 
y  de una fatídica ausencia.

Yayone Guereta.

De mi voz:

Foto propia.
@ElrincóndeNai.


15 de septiembre de 2016

Asíame fuerte.



Si huyo en los momentos de duda
no me culpes en el reproche,
es la angustia de sentir mis manos llenas de todo lo tuyo 
y supera el temor de perderlo sin saber que hacer con tanta esencia.

Es un querer seguir tu pensamiento mientras callo,
y se me desborda la palabra muda interior
imaginando tus pasos en un pensar propio 
que no alcanzo adivinar perdiéndome.

Si huyo en los instantes difíciles
no satures mi capacidad
y recógeme sobre el ardor de tu pecho
pues es cuando necesito escuchar en calma el latido de tu corazón
y en tu respiración el sosiego que me acercará a tus brazos.

Es un querer absorber nuestras bocas abrumadoras de deseo
colisionando ese hermoso y dulce placer de nacer y morir en cada beso,
mientras nos desgarramos en piel mostrándonos hasta las entrañas
provocando una enorme revolución con la pasión de nuestro aliento.

Si huyo en ese segundo -asíame fuerte-, 
no me faltes,
que quiero consumir contigo este hambre de amor,
de ver todos los amaneceres con sus mimosas titilando sin cerrarse
y saciarme cada noche de tu marea lujuriosa, de tu savia,
estar siempre llena de ti.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWUEtuQnRiNGFBdVk/view



Foto propia.



9 de septiembre de 2016

Esa parte del corazón. ( Versión II Amor )



Versé infinidad de veces adioses prolongados al amor
creyendo no ser oración ni credo para nadie
-en todos sus designios-

y como si fuese único ese día
-sabiéndonos magia-
llegas a mi con la palabra  tibia del acercamiento

que al roce de un movimiento de fortuna 
me haces creación en tus manos,

donde me entrego sin la duda de un pasado
olvidando la nostalgia que fui.

A través de nuestros ojos recogemos sentimientos mutuos
-llenos de confidencias-
guardándolas en el silencio de la mirada

/haciéndonos beso y suspiro/

adivinándonos el alma, la piel, y todo,
en esa parte del corazón...


Amo.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWbktqRDE0M3FRS28/view




Foto propia.



4 de septiembre de 2016

Con los pulsos pegados.

                                                                                                                    Con cariño para Inma Sanz,
                                                                                                  amante del amor.
                                                                                                                    


Fue la casualidad guiada por el maravilloso momento 
quien te trajo a mí libre de nostalgias, 

firme en pensamiento y trazo acompasado, 

con los pulsos pegados al pecho
para reescribir sobre mi cuero cuneiforme.

Dejas de ser palabra y te vuelves esencia,
materia,
médula,
ser presencial,

acariciando las formaciones que conjugan dos cuerpos en la dosis perfecta.

Entregas susurros que devuelvo en suspiros al leve roce
-incluso de pensamiento-
alertando al corazón que inquieto bombea,

reclamando en el ansia la boca que me diluya en el mar de tus aguas,
entregada al fluido de tu lengua 
la piel habla libremente sin recortar sonidos, 

/olvidando unos abrazos rotos/

meciendo con mimo las pasiones olvidadas.

Camino hacia ti, hacia tu tiempo, 
dejándome atrás crudos inviernos
llenándome de primaveras desde el mes de enero,

en la calma y el sosiego de los vientos salvadores
en la tempestad y los desvelos que definirán nuestros senderos,
entrelazando las manos aspirantes de deseos
y el corazón autárquico entregándonos al universo.