Voy a verter al mar las gotas de lágrima hiriente que caen por mis párpados
y van filtrándose cuál cuchillos por mi cuero aguerrido,
para abandonar esta melancolía emulsionada en sollozos
para abandonar esta melancolía emulsionada en sollozos
con la que abato este rostro partido de sonrisas.
Pero una por una se diluyen entre las grietas penetrando su tristeza
soliviantando aún más mi inquietud,
( los días de lluvia siempre afligen la valentía
convirtiéndola en opacos ecos al amor)
invadiendo mi desnudez,
empedrando el alma,
amotinadas en rebelión para hacer allí de su morada mi patíbulo.
empedrando el alma,
amotinadas en rebelión para hacer allí de su morada mi patíbulo.
Más en las luchas de poder siempre hay vencedores y vencidos,
y ganáronme la batalla en la fragilidad del combatiente
y ganáronme la batalla en la fragilidad del combatiente
al mostrar el sentimiento servido en bandeja de plata,
sin otra arma con la que bregar.
sin otra arma con la que bregar.
Ríndome ante el azar de los días que traerán tanta pesadumbre
de este otoño venidero que lastima,
y en su fatalidad sólo quedome rogar al rey astro,
y en su fatalidad sólo quedome rogar al rey astro,
/lléneme de luz/
concédame en caridad un vértice de calor a este corazón aterido,
concédame en caridad un vértice de calor a este corazón aterido,
y que el cobijo de esta existencia cubra con tacto esta carencia,
con una suave caricia tierna,
con un abrazo protegido,
con el mismo cuidado, con el que se mima a un niño.
Yayone Guereta.
Gotas de lluvia resbalan por la cara
ResponderEliminarconfundidas con lágrimas que saben a sal
gotas de lluvia , olor a tierra mojada
en los labios dejan sabor a mar.
Con el mismo cuidado con que se mima a un niño
el viento y la lluvia te han de mimar.
Un beso Yayone con mi admiración sincera.
Con la fuerza y la claridad de siempre...
ResponderEliminarUn abrazo, Yayone.
Mi buena y querida amiga Yayone, intentaré plasmarte en versos las impresiones y emociones que tu precioso y triste poema me inspira:
ResponderEliminarTristes lamentos, crujidos de soledad,
corrientes subterráneas de tristeza
saben que no volverá...
Y las luchas tozudas arremeten contra la fragilidad,
hiriendo lo más sagrado e íntimo
y llevándose consigo esperanzas que tampoco volverán...
Ruego clemencia a los caprichosos dioses
y espero que esos vértices se dobleguen a tus ruegos.
Un besazo enorme.
Hay ecos que no curan la rebeldía ni lágrimas que se puedan evitar. Calan por las grietas de la impotencia que nos deja el sabor de aquella tempestad. Esa que no pasa sino mece y reVuelve hasta la soledad , y entre sociedades se desdice con nombres borrados y caras marcadas en el alma aún sin pensar.
ResponderEliminarMi abrazo de luz y admiración
Letras con alma y voz con peso de la palabra
El otoño alienta el álbum de las penas, lo desempolva y ese polvo nos da en la cara, nos vuelve frágiles ante el olor a antaño... y pedimos la luz, el calor, el abrazo que cobije y reviente este pesar.
ResponderEliminarHoy más que nunca he sentido tu poema, mi bella poetisa. Me has tocado... te has adentrado.
Mil besitos, Yayone.
Que los días de otoño se llenen de luz, que con su lluvia se limpien las penas, que todo se renueve, y las almas vean cumplidas sus ilusiones dejando atrás los días de nostalgia.
ResponderEliminarUn besazo.
Querencia tengo ya a tus poemas y esa dolorosa melancolía, se me ha erizado la piel escuchándote .
ResponderEliminarMe quede sin palabras para describir todo él sentimiento ... Gracias Yayone por regalarnos estos momentos
Que lindo canto de humildad y sinceridad de sentimientos desde lo que agobia hasta dejar salir el niño que se esconde dentro de nosotros.
ResponderEliminarSiempre un placer leerte Yayone.
Besos
Yayone, cómo estás.
ResponderEliminarUn gusto escuchar tu poema.
Me gusta tu recitado.
Y... muy sentidos versos. Muy inspirados.
Un abrazo.
Que tengas un día grandioso.
***
Espero la luna para derramar mis lágrima en la noche.
ResponderEliminarSe que algún día de tanto mojar poemas, mi alma se secara de angustias y soledades, trayendo sol a mis días.
Besos
Que bien escribes Yayone.
ResponderEliminarOjalá que el otoño te mime mucho.
Besos y ánimo.
Ufff... últimamente te me cuelas hasta el alma y ahí te me clavas.
ResponderEliminarEl combatiente es frágil al mostrar los sentimientos, pero esos mismos sentimientos son la mejor arma para vencer... ;)
Besos y achuchones, mi niña
Es un placer disfrutar de tus letras, eres una genia, me gusta como escribes, es muy tuyo.
ResponderEliminarBesos Yayone.
Que emotivas palabras pican en el
ResponderEliminarfluir del entorno y surgen en cascadas
los sentires y sollozos...
Y en exitante espera se torna la diáfana sentencia y congoja...
Un abrazo Yayone..
El infinito es un timón malogrado, pero en tus manos es dulzura y respeto.
ResponderEliminarBesos, Yayone.
Agradecida siempre por vuestro tiempo dedicado a estás letras y por la huella que dejáis impregnada, la que reconforta y anima a seguir creando y creciendo.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo, compañer@s.
Gracias.
Un alma que llora su melancolía, un corazón muerto de frío que clama protección, en un día de lluvia que torna opacos los ecos al amor. Extraigo estas palabras magníficas, las que más me han llegado de tu poema, como testigos de lo que he sentido al leerlo. De ellas tal vez la que podría utilizar para resumir sería “melancolía”, es el sentimiento que en primer término me invade. Y luego, casi inmediatamente, diría, que le siguen los modos de protección que pide esta alma que construye estos hermosos versos: caricia, abrazo, cuidado. Hermoso poema Yayone, lo he escuchado tres veces esta noche, hermoso de verdad, tienes el don de conmover con el verso.
ResponderEliminarUn beso
Ariel