Sólo si eres alguien que aprecie los sentimientos y sus pensamientos, disfrutará de la escritura de ellos.
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21 de enero de 2017

Viejas palabras.



He de sanar viejas palabras heredadas
que expandidas oxidan la esencia de mi ánima,
lo haré, caminando poco a poco, 

-con los pies desnudos sobre mis pasos-,

sin la confusión que aún aprieta a los sentimientos que albergo,
en esta montaña llena de melancolías abrazadas a mi techo.

El destino no está escrito en las llaves que prevén cielos abiertos,
y en su correosa búsqueda,
se funden igual que la tierra ardiente despidiéndose
de la repentina erupción del volcán escupiendo lava a su paso dejando llaga.

Inflamo de suspiros los atardeceres 
al escuchar redoblar las campanas de la tolerancia,
y en el anhelo, me enfrento al oleaje de mis aguas turbulentas
que aprietan la impaciencia del fuego creciente 
anidando en el pecho, -quemándome por dentro- de esta rutina antigua.

Solo deseo que el camino no se haga un laberinto ponzoñoso
del que no pueda escapar,

-para poder sumergirme en el río de mi mirada-

descubriendo como recupero la voz del vocablo curado,
y en ofrenda, dedicárselo a mi alma.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWYVVkM0N1TlJxbjQ/view
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15 de enero de 2017

Sin un horizonte.



En la clausura de mi soledad exhalo un suspiro de amor
que nostálgico recuerdo en el goce estéril del instante,

-donde prolongo el sueño de tenerte-

más mis labios temblorosos advierten la verdad que dicté
frente al espejo a nuestras vidas quedando desoladas.

Abro mis manos como alas hacia el aire en la noche /buscando nada/,
esa noche que me llena de espanto en un grito desgarrador y doloroso,
como si el amor supiese que vivo sin ti dentro de mí
y en la mirada no existiese ni un destello de emoción.

La lenta saliva se funde en mi boca
y oigo mi corazón latir pausado,

(nunca igual, pero siempre sangrando, sin saber porqué),

imposible palpitar en el bombeo un nombre, y si lo hiciese, 
no sabría exactamente lo que nombra en la palabra.

Es inútil esperar de la noche un vergel de flores
que riegue este río fantasmal de la memoria,
pues en el pálido rostro implantó el invierno
la expresión fría de vacío.

Sin un horizonte,
los ojos se hacen duros como el cierzo helado.


Yayone Guereta.

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWV0lpSmZsZ1UxRTQ/view
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8 de enero de 2017

En mi cielo.



En mi cielo reposado un mar de ilusiones crece
y barrunta primaveras en los suspiros del pecho,
en verde esmeralda pinta la memoria el horizonte
con el majestuoso azul cobalto que despide el párpado al ocaso.

Allá tú te presentas, asiendo mi mano

-sin templanzas-

sosteniendo las inseguridades en lo añejo de tu saber
y la certidumbre del que desea ser amado en plenitud.

En tus trazos deslizo sentimientos al mismo tiempo que templo los tuyos,

-acomodándonos en sentir-

pues golpea fuerte cuando el latido es trastocado por la presencia
elevando hacia las nubes la soledad donde meces los vientos.

En tus corrientes, / discreta y sibilina/

-con la libertad del silencio-

mezclo mis mareas sin detenerme,
y en la intuición de la palabra muda nos reflejamos
y en la imperfección del fluir, mezclamos vida.


Yayone Guereta.

(Deseos)

De mi voz:
https://drive.google.com/file/d/0BxTAX2JR7GuWaF9RXzNPTjZnTWM/view
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